La gestión de las emociones es la habilidad para dominarlas, y está estrechamente ligada al coeficiente emocional de cada individuo. El coeficiente emocional expresa cuán inteligente, emocionalmente, es cada individuo. La inteligencia emocional es un conjunto de capacidades que, al ser desarrolladas, se convierten en la capacidad de reconocer y comprender las emociones propias y de los demás, de pensar con claridad y objetividad sobre las emociones y de usar ese conocimiento para manejar su comportamiento y su modo de relacionarse.
- Autoconsciencia:este es el nivel donde el individuo tiene la habilidad de alcanzar la realización por sí mismo. Ser autoconsciente significa percibir y sentir lo que uno está generando en sí mismo y en los demás.
- Autogestión:Es la habilidad para dominar sus emociones, aumentando la capacidad de percibir cuáles son sus puntos fuertes y débiles, y administrarlos de forma positiva, con mayor claridad y equilibrio entre el pensar, el sentir y el accionar (y menos reaccionar), para obtener resultados superiores y, por sobre todo, lograr el bienestar.
- Consciencia social:Es la capacidad del individuo de interpretar los sentimientos, las intenciones y las motivaciones de los demás, a través de lo que llamamos EMPATÍA. Es decir, profundizar la visión y la comprensión de las razones acerca del por qué una persona es de una manera determinada, interpretando palabras, gestos, objetivos y metas sobreentendidos en cada discurso.
- Gestión de las relaciones:Es la capacidad de usar las habilidades adquiridas para administrar las interrelaciones personales y profesionales de forma exitosa.
Existen estudios que afirman la necesidad de ejercer la inteligencia emocional en todos los aspectos de la vida. Según un estudio de la consultora TalentSmart*, el CE (Coeficiente Emocional) puede ser más determinante para el éxito en la carrera que el famoso CI (Coeficiente Intelectual).
La consultora evaluó la inteligencia emocional junto con otras 33 habilidades importantes en el ámbito laboral, y descubrió que la inteligencia emocional es el factor de desempeño más fuerte, con un total del 58 % de éxito en cualquier sector del mercado de trabajo.
El relevamiento, realizado con más de 1 millón de personas, mostró, además, que cerca del 90% de los individuos con mejores resultados y considerados exitosos, son hábiles para administrar sus emociones.
*Fuente: talentsmart.com